WARMA KUYAY (JOSÉ MARÍA ARGUEDAS)
ADAPTACIÓN
LA ESCENA COMIENZA EN UNA COCINA DEL CAMPO
JUSTINA: Ese niño está enamorado de mí pero yo no lo
quiero, yo quiero al Kutu, él sí es un hombre
COCINERA: Pero el niño Ernesto te ha
demostrado que te quiere mucho. El otro día se quedó mirándote toda la mañana
cuando saliste a recoger las papas. Sonreía cuando se te caían y casi le pega al perro que te ladró y que
te hizo llorar.
JUSTINA: ¿me estaba mirando todo el
rato? Seguro estaba escondido, no me di cuenta, estaba pensando en el Kutu, me
ha regalado una piedrita brillosa. Dice que la encontró en el fondo de un
abismo.
COCINERA: pero si el Kutu nunca regala
nada. Además no creo que lo haya encontrado en un abismo. Él es muy miedoso
JUSTINA:
Cállate, tú tienes envidia. Seguro te gusta el Kutu.
COCINERA: Estás ciega. Yo no me
fijaría en el Kutu es muy cobarde y encima bien feo. Es un cara de sapo. Anoche
se escapó de la rata que encontramos debajo de las ollas y se escondió detrás
de la cocina.
SE ESCUCHA EL LAMENTO DE ERNESTO A LO
LEJOS:
ERNESTO: AY MI
AVECITA, MI PUNTITO NEGRO CÓMO RÍE MI
CORAZÓN CUANDO RÍES Y CÓMO LLORA CUANDO LLORAS. AY JUSTINITA CÓMO TIENES A MI
CORAZÓN
JUSTINA: Oh
no, otra vez ese niño
ENTRA UNA NIÑA QUEJÁNDOSE
NIÑA:
Ernesto ya no quiere jugar
conmigo desde hace días. Sólo se sienta a tocar su quena y a tirarle piedras al
río. Ese juego ya me aburre. Antes jugábamos con las ovejas y era muy
divertido.
JUSTINA: Vete
niña a jugar con tus ovejas, tengo que lavar la ropa del patrón.
NIÑA: Ernesto
me dijo que te diera estas piedritas, dice que las encontró en la noche cuando
subía al cerro. Son muy bonitas, tienen varios colores y en la noche brillan
como estrellitas, parecen un tesoro ¿Te gustan?
JUSTINA: ¿Son
para mí?
NIÑA: Sí,
me dijo que te las diera, que las puedes
ver de noche para que te acuerdes que él te defenderá si estás en peligro. Él
no le tiene miedo a nada.
JUSTINA:
Mejor te las regalo, no vaya a ser que el Kutu se ponga celoso cuando vea esto
NIÑA: Regálamelas, yo las usaré para tirarlas a las
vizcachas
JUSTINA: Está
bien, pero vete, ya tengo que hacer niña molestosa…Ojalá venga el Kutu
MÚSICA DE FONDO, SE ESCUCHA EL RÍO,
LOS PÁJAROS
JUSTINA: OH (suspira) qué hermosos cantos que llegan a mis oídos, se parecen a los cantos del Kutu
DE PRONTO, SE ESCUCHA UN CANTO GRAVE, ESPANTOSO, LARGO
JUSTINA: Ese
pájaro no me gusta (SE ACERCA A LA VENTANA AGARRÁNDOSE LA CABEZA), algo malo va a pasar. Ay Dios mío, tengo miedo. ¿Dónde está Kutu?
ENTRA LA COCINERA
COCINERA: Creo que ya sabes lo que pasó
JUSTINA: Ese pájaro de mal agüero cantó muy feo, algo malo va a pasar, estoy muy asustada
COCINERA: Kutu se fue... te dejó... olvídalo.
JUSTINA: mentira, Kutu me quiere, definitavemente tú nos quieres separar
COCINERA: niña tonta, abre los ojos de una vez. Kutu se fue sin decir nada, todos dicen que por miedo a don Froilán, el desgraciado que abusó de ti.
JUSTINA: SALE LLORANDO Kutuuuuuuuuuuuuuuu, por qué me dejaste?
PASAN LOS DÍAS
ERNESTO: No la puedo seguir viendo así a mi flor andina y dulce, ya han pasado veinte días desde que se fue el Kutu y Justina sigue esperándolo
COCINERA: Ese Kutu es un cobarde, debió enfrentar a don Froilán, denunciarlo, ponerlo en su sitio, qué se habrá creído ese cara de asno
ERNESTO: yo defenderé a mi Justina, le voy a tender una trampa a ese demonio, pagará lo que hizo
COCINERA: eres muy joven niño Ernesto, no te metas, corres peligro, él es muy vengativo, mira cómo asustó al Kutu, lo amenazó con matar a sus vacas y el inocente prefirió huir.
ERNESTO: es que más valen sus vacas que Justina?
COCINERA: olvídate de Justina niño, tú te tienes que ir a Lima a estudiar
ERNESTO: cómo me gustaría llevármela a mi flor del campo
COCINERA: ella estará bien, ya se olvidará del Kutu
ERNESTO: y yo pensaré en esa linda flor todos los días. Escribiré poemas, le cantaré con mi arpa y el viento traerá mi música a sus oídos y le hará pensar en mí. Entonces querrá verme...
COCINERA: ojalá que sí mi niño.
ERNESTO: Cuando sea abogado regresaré a terminar con los abusos en mi tierra, ya verás tía, ya verás.
COCINERA: y nosotros te esperaremos niño, tu tierra siempre te esperará.
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